Seis meses en el limbo: la historia de Laure en Cancún

 

Desde diciembre de 2024, Laure Rachelle La France, ciudadana estadounidense de 52 años, vive en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Cancún. Víctima de trata, con el pasaporte vencido y sin ayuda de ningún gobierno, come gracias a la caridad de empleados y turistas. Estados Unidos le exige viajar sola a Ciudad de México. Francia no interviene. Y México, simplemente, mira para otro lado.

Laure no espera un vuelo.

No tiene un destino.

Tiene un banco metálico como cama, una bolsa como equipaje y el cuerpo cansado de tanto ser ignorada.

Desde hace más de seis meses, vive en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Cancún.

Tiene 52 años. Nació en las Islas Vírgenes, vivía en Nueva York.

Vino a México en busca de un familiar. La promesa era mentira.

Cayó en manos del crimen organizado. Fue víctima de trata de personas.

Le robaron todo. Su pasaporte venció. Su libertad también.

Desde entonces, está atrapada en tierra de nadie.

El Instituto Nacional de Migración no actúa. La Guardia Nacional no interviene.

Los turistas la ven. Algunos le dan comida. Los empleados del aeropuerto le ofrecen lo que pueden.

Pero el Estado mexicano se niega a verla.

Estados Unidos le exige que se traslade por su cuenta hasta Ciudad de México para iniciar un trámite consular.

No ofrece ayuda ni transporte.

Y Francia —por su apellido francés— ya respondió que no tiene jurisdicción ni responsabilidad.

El mundo entero se la pasa como si fuera una pelota.

Laure desconfía de su país. Su madre murió en Nueva York. Fue una muerte dura, traumática.

Desde entonces, siente que quedó sola.

Y en Cancún, esa soledad se volvió su única compañía.

Reflexión final:

Laure no eligió vivir en un aeropuerto.

Pero desde hace seis meses, sobrevive en él.

Es el reflejo de un sistema que castiga la pobreza y olvida a quien más necesita.

México la ignora.

Estados Unidos le exige.

Francia se deslinda.

Y Laure... resiste.

Come lo que le dan.

Duerme donde puede.

Y espera.

Espera que alguien la vea.

Que alguien la saque de este limbo.